El magnate español Horacio Echevarrieta, y el marino alemán Wilhelm Canaris, unieron sus habilidades e influencias para tejer una red de negocios, espionaje y finanzas que iba a marcar, desde sus fábricas y astilleros en España, los grandes avances industriales, tecnológicos y militares del siglo XX.
Aunque aquella cooperación fue cortada por los nuevos regímenes que iban a instaurarse en ambos países, los resultados de aquella aventura siguieron navegando - los uboots de la Segunda Guerra Mundial surgen de ese prototipo-, y abrieron la era de los grandes complejos tecnológico-militares.